Piensa en tu niño interno
como alguien que vive en tu corazón, deseando y necesitando ciertas cosas que
le permiten mantenerse vivo. "Stephen Aderneck"
Stephen Aderneck, hipnólogo HABLA DEL NIÑO INTERIOR ¿SABÍAS QUE SI te comunicas con el tu VIDA SANA? TE SENTIRÁS MÁS LIBRE
Dicen que el Niño Interno es
como un Yo Inferior - en contraste con el Yo Superior -. Prefiero verlo como el
Yo básico, el Yo primario u original. Después tenemos el Yo actual, el de la
etapa media, el Yo que ha crecido, que ha dejado de ser un infante, con el que
nos manejamos cotidianamente.
Y luego se habla del Yo
Superior, el Yo Sagrado, el Yo que está desarrollándose en niveles espirituales
superiores.
Todos estos Yo pueden convivir
sanamente, especialmente ese Niño Interno que tanto dolor nos causa a medida
que crecemos y no resolvemos los problemas emocionales, las vivencias no
aclaradas o no apoyadas por un adulto que tenga la capacidad de explicar que lo
sucedido no tiene por qué darnos miedo o frustración.
Stephen Aderneck, hipnólogo,
dice: "El niño interno es aquel que resuelve los asuntos que afectan al
adulto que llevamos dentro. El trabajo relacionado con el niño interno se
relaciona con ponerse en contacto con las etapas de nuestro crecimiento, de
nuestro desarrollo, esas que fueron heridas o paralizadas debido a estímulos o
a algo demasiado intenso para poder ser manejado.
La terapia para aliviar asuntos
del niño interno ayuda al adulto a identificar por qué él o ella tiene una
fuerte reacción emocional hacia algo o hacia alguna persona. Llegado el momento
podemos darnos cuenta que atraemos hacia nuestra vida a personas con problemas
de alcoholismo o que son abusivos o que nos descuidan. También atraemos a
personas emocionalmente inestables que más adelante nos abandonan. Todo esto
tiene una razón de ser.
El autor Aderneck nos cuenta que
de niño le gustaba jugar a ser inventor y recuerda que en una ocasión estaba
atrayendo clavos con un imán y pensó que sería maravilloso poder contar con
imanes para cualquier tipo de objetos: imanes para atraer oro, cobre o
aluminio; también un imán para recoger cristales cuando se le rompieran a uno
los vasos o los platos, y lo mismo para atrapar aserrín.
Y agregó ¿qué tal si tuviéramos
imanes especiales para atraer a ciertas personas a nuestras vidas? Sería
maravilloso atraer al príncipe de nuestros sueños o a la mujer perfecta y ser
felices para siempre. De hecho, tenemos lo que podría llamarse un imán especial
dentro de nosotros, dentro de nuestros corazones, que atrae y es atraído hacia
cierto tipo de personas.
Aderneck establece,
"Podríamos pensar que el niño interno está en nuestro corazón, vive ahí,
necesita cosas y desea cosas para mantenerse vivo. Lo más importante que este
niño necesita es AMOR. También necesita ser reconfortado acerca de traumas y
dolor de eventos vividos y que le aseguren que eso no sucederá de nuevo.
Necesita expresar sus sentimientos acerca de lo sucedido a alguien que lo
comprenda. Se siente mucho más cómodo en compañía de otros niños que sienten
exactamente lo mismo.
Tu niño interno no está a gusto
con cosas que no le sean familiares.
Este niño quiere permanecer en su zona
confortable. Así que ahí estás, en tu mundo, quizá estás en una fiesta o dentro
de un supermercado o en cualquier sitio entre estas dos opciones.
Ves a alguien
y sientes atracción por esa persona. La conoces y de inmediato las cosas
marchan de maravilla.
Te sientes a gusto hablando con esta persona.
La química
está funcionando, sientes la electricidad y de pronto se ven volando chispas
por todos lados. En poco tiempo sientes que has conocido a esta persona muchos
años y te puedes acostar con ella.
Una conexión sexual rápida puede ser un
intento de intimidad por ambas partes.
Y luego ¿vives por siempre
feliz? Probablemente no. Empiezas a darte cuenta que esta persona no es
perfecta.
Existe una atracción, pero algo dentro de ti te dice que esta persona
no es la adecuada para ti. Puedes empezar a discutir por cualquier cosa. Los
pleitos se intensifican y multiplican. Puede haber infidelidad por parte de
alguno o de ambos. El resultado puede ser la separación.
¿Por qué sucedió esto? ¿No se
veía que estaban hechos el uno para el otro? Al principio parecían compatibles.
Las cosas habían empezado casi como por arte de magia. La atracción era muy
fuerte y pensabas que sería para siempre.Pero ¿qué sucedió?
Veamos por qué la
atracción fue tan fuerte.
Existen dos razones principales:
primero, porque posiblemente estaban solos; segundo, porque sus niños internos
se cayeron bien.
En virtud de tener niños
internos dolidos sintieron atracción uno por el otro porque estaban en la misma
frecuencia. El niño interno suele no hacer caso de las palabras que escucha,
pero pone atención al dolor o la incomodidad del niño interno de la otra
persona.
A pesar de haberte dicho que esta vez ibas a tener cuidado con quién
te involucrabas no hiciste caso porque posiblemente el dolor de esta persona es
igual al tuyo y eso puede resultar en una conexión importante dentro de una
nueva relación.
Pero es una relación basada en
la fantasía, no puede durar mucho tiempo.En una relación saludable existe el
cuidar y compartir, pero a nivel adulto. Esto va más allá de la capacidad que
poseen dos pequeños niños confundidos e infelices.
Y a nivel más profundo, en el
interior de cada uno, vemos a dos niños jugando a la casita, tratando de ser
adultos lo mejor que pueden, pero fracasando lamentablemente el caso mencionado,
es posible que dos personas alcancen una buena relación si reconocen que algo
está mal y quieren ayudar a resolver el problema.
Pueden ir a terapia o asistir
a talleres dinámicos que ayuden a resolver el conflicto.
Se trata de lograr que el niño
interno sea feliz y su comportamiento saludable.
Si tienes una relación en este
momento, y quieres que sea estable, y que exista felicidad para ti, lo mismo
que para el otro, entonces debes sanar a tu niño interno y darle muchísimo
AMOR.
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