“Perdón” viene del latín “per donare”, que significa “dar por” o “dar para” o “dejar ir”
Cuando
perdonamos nos liberamos de una gran carga emocional que traemos sobre
nuestros hombros y que nos impide disfrutar de la vida. No perdonamos
para beneficiar al otro, perdonamos para liberarnos a nosotros y poder
tener una vida mejor.
Y perdonar, entonces, es muy fácil. Es la lógica consecuencia de comprender que nunca existió la ofensa que habíamos percibido. Que el dolor experimentado era real, sí, pero que la herida nos la habíamos infringido nosotros mismos, mucho tiempo atrás.
Nos dice : Axel Piskulic
Cómo perdonar
Un escenario muy frecuente: Las personas que una y otra vez quedan
atrapadas en situaciones en las que son tratadas de manera
desconsiderada (o humilladas, traicionadas, ignoradas, etc.) es muy
probable que así se traten a sí mismas cada día. Las situaciones
externas recrean esos dolorosos conflictos internos que normalmente no
podemos descubrir en nosotros.
Muchas veces conseguimos perdonar cuando la ofensa queda ya muy atrás en el pasado o nos alejamos definitivamente de la persona que sentimos que nos ofendió. Pero este no es el verdadero perdón sino que tiene más que ver con olvidar, y el hecho de que todo el proceso normalmente lleve mucho tiempo parece confirmarlo.
El verdadero perdón es algo completamente diferente y sólo es posible si somos capaces de “despertar”, de liberarnos de viejas creencias equivocadas, de pasar a un nivel superior de consciencia.
Por ejemplo: Si alguien tiene una deuda con nosotros y decide no devolvernos lo que nos debe, tal vez eso nos haga enojar. Pero si aprendiéramos a atraer a nuestras vidas un nuevo nivel de abundancia en lo material (como muchas personas han logrado), si realmente ya no tuviéramos ninguna preocupación por lo económico, es probable que la misma pequeña deuda ya no nos importe demasiado.
Del mismo modo:
Si conseguimos pasar a un nivel superior de fortaleza emocional, si podemos desarrollar un mayor nivel de autoestima, entonces lo que hoy tanto nos molesta de la conducta de los demás simplemente dejará de preocuparnos. E incluso lo más probable es que los demás perciban nuestra nueva posición y comiencen a tratarnos con más respeto y consideración.
RECUERDEN SI BUSCAN ALGO ESPÉCIFICO HAY UN BUSCADOR DENTRO DEL
BLOGGER!!
Una buena idea cuando tenemos conflictos y dificultades para perdonar es volver nuestra atención hacia nuestro mundo interno y comprometernos firmemente a aceptarnos, a querernos y a cuidarnos, es decir, a desarrollar un mayor nivel de autoestima…
Porque si nos sentimos a gusto tal como somos, si tenemos una relación saludable con nosotros mismos, si somos capaces de vernos amorosamente en cualquier circunstancia, es decir, si nos queremos sin condiciones, entonces, ejerciendo nuestra milagrosa facultad de crear la propia realidad, haremos que nuestra vida refleje la paz, la armonía y el bienestar que desarrollamos primero en nuestro mundo interior.