FABULA Y ENSEÑANZA DEL CONEJO BLANCO "ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS"
—¿Pero tú me amas?— Preguntó Alicia.
—¡No, no te amo!— Respondió el Conejo Blanco.
Alicia arrugó la frente y comenzó a frotarse las manos, como hacía siempre cuando se sentía herida.
—¿Lo ves?— Dijo el Conejo Blanco.
Ahora te estarás preguntando qué te hace tan imperfecta, qué has hecho mal para que no consiga amarte al menos un poco.
Y es por eso mismo que no puedo amarte.
No siempre te amarán Alicia, habrá días en los cuales estarán cansados, enojados con la vida, con la cabeza en las nubes y te lastimarán.
Porque la gente es así, siempre acaba pisoteando los sentimientos de los demás, a veces por descuido, incomprensiones o conflictos con sí mismos.
Y si no te amas al menos un poco, si no creas una coraza de amor propio y felicidad alrededor de tu corazón, los débiles dardos de la gente se harán letales y te destruirán.
La primera vez que te vi hice un pacto conmigo mismo: "¡Evitaré amarte hasta que no hayas aprendido a amarte a ti misma!"—
Por eso Alicia no, no te amo.
Extracto del libro Alicia en el país de las maravillas.
Tanto en la elección de amarse a uno mismo y ser riguroso con quienes
somos, como en la de entregarse a otros por aprobación, hay precios que
pagar y recompensas que obtener; en ambas hay pros y contras
El amor propio te protege de salir lastimado ante cualquier situación, te cuida para no tomarte las cosas de manera tan personal, te hace cuidar y proteger a lo que más amas, para después relacionarte mejor y de manera más sana
… y tú, ¿cuánto te amas a ti mismo?... ¿cuánto depende tu felicidad de lo que piensen o hagan los otros?
¡Es tiempo de despertar! ¡Es tiempo de simplemente elegir ser feliz!
