Tú decides.
Toma el control de tu vida y tu mente.

EL TEXTO DE LAMA RINCHEN GYALTSEN
Y MIS MODESTOS APORTES
No dejes que otros o las modas te definan. Elige lo que te beneficiará a largo plazo, no solo los caprichos del momento. Invierte en la persona que quieres ser.
Sé selectivo con lo que permites entrar en tu vida: relaciones, información, valores. Recuerda, tus acciones, palabras y pensamientos te definen y moldean tu futuro.
Ampliaré las palabras de Lama Rinchen con las Mias y un esquema:
Ser selectivo con lo que permites entrar en tu vida implica un proceso consciente y deliberado de discernimiento. Aquí te presento algunas estrategias para lograrlo:
Identifica tus valores fundamentales:
Establece prioridades: ¿Cuáles son tus metas y objetivos a corto y largo plazo? ¿Qué actividades y relaciones te acercan a ellos?
Observa cómo te sientes: ¿Las personas que te rodean te inspiran, te apoyan y te hacen sentir bien? ¿O te sientes drenado, criticado o menospreciado?
Establece límites: Aprende a decir "no" a las personas y situaciones que no se alinean con tus valores o que te hacen daño.
Cultiva relaciones saludables: Rodéate de personas positivas, que te aporten valor y que te impulsen a crecer.
3. Filtra la información:
Sé consciente de tus fuentes: ¿De dónde obtienes tu información? ¿Son fuentes confiables y objetivas?
Cuestiona lo que consumes: No aceptes todo lo que escuchas o lees sin cuestionarlo. Investiga, compara y forma tu propia opinión.
Limita la exposición a la negatividad: Reduce el tiempo que pasas consumiendo noticias negativas, redes sociales tóxicas o contenido que te genera ansiedad.
4. Cultiva el autoconocimiento:
Presta atención a tus emociones: ¿Qué te hace sentir bien? ¿Qué te genera malestar?
Identifica tus patrones: ¿Qué tipo de personas o situaciones tienden a repetirse en tu vida? ¿Qué puedes aprender de ellas?
Confía en tu intuición: Aprende a escuchar tu voz interior y a tomar decisiones que se alineen con tus necesidades y deseos.
5. Toma decisiones conscientes:
No te dejes llevar por la impulsividad: Antes de tomar una decisión, tómate un momento para reflexionar y evaluar las posibles consecuencias.
Sé paciente contigo mismo: Cambiar hábitos y patrones lleva tiempo y esfuerzo.
No te desanimes si te equivocas, aprende de tus errores y sigue adelante.
Recuerda que tienes el control: Tú decides qué permites entrar en tu vida.
No tengas miedo de tomar decisiones que te hagan feliz y te permitan crecer.
Ser selectivo no significa aislarte del mundo, sino aprender a elegir conscientemente lo que te nutre y te permite vivir una vida plena y significativa.
No intentes convencer a otros, enfócate en tu propio crecimiento.
Reduce tus exigencias hacia el mundo y los demás, y aumenta las exigencias hacia ti mismo.
Reducir las exigencias hacia el mundo y los demás:
Esto significa aceptar que no siempre podemos controlar las circunstancias externas.
Implica dejar de frustrarnos cuando las cosas no salen como esperamos.
Ejemplo: en lugar de enojarte por el tráfico, puedes practicar la paciencia y aprovechar el tiempo escuchando un audiolibro.
Disminuir las expectativas poco realistas sobre los demás:
Cada persona tiene su propio camino y sus propias limitaciones.
No podemos esperar que los demás piensen o actúen como nosotros queremos.
Ejemplo: en lugar de criticar a un amigo por sus decisiones, podemos practicar la empatía y tratar de comprender su punto de vista.
El mundo y las personas son imperfectos.
Aceptar esta realidad nos libera de la frustración y el resentimiento.
Ejemplo: en lugar de obsesionarnos con la perfección, podemos aprender a apreciar la belleza de lo imperfecto.
Aumentar las exigencias hacia uno mismo:
Esto significa esforzarte por ser la mejor versión de ti mismo.
Implica cultivar la disciplina, la responsabilidad y la integridad.
Ejemplo: en lugar de procrastinar, podemos establecer metas claras y trabajar diligentemente para alcanzarlas.
Cultivar el crecimiento personal:
Esto significa buscar constantemente nuevas oportunidades para aprender y crecer.
Implica salir de nuestra zona de confort y enfrentar nuestros miedos.
Ejemplo: en lugar de evitar los desafíos, podemos verlos como oportunidades para desarrollar nuevas habilidades.
Practicar la autorreflexión:
Esto significa tomarse el tiempo para examinar nuestros pensamientos, emociones y acciones.
Implica ser honestos con nosotros mismos y reconocer nuestras fortalezas y debilidades.
Ejemplo: en lugar de ignorar nuestros errores, podemos aprender de ellos y utilizarlos para mejorar.

La verdadera felicidad reside en eliminar deseos innecesarios y enfocarte en lo que realmente importa.
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