El Eco del Silencio: La Melodía de la Penumbra

DESCONOCEMOS AUTOR LO BUSCAMOS Y NO ESTÁ BAJO NINGÚN NOMBRE.
Hay una belleza particular en los días que se hacen grises, en esas tardes en las que el silencio parece conocer tus pensamientos antes de que tú los pronuncies.
Es un sentimiento agridulce, una mezcla de inquietud y melancolía que, lejos de ser un final, abre la puerta a una profunda renovación interior.
En ese umbral entre la luz que se va y la oscuridad que llega, aprendemos que cada sombra trae consigo una pregunta y cada suspiro, una posibilidad.
Esta historia es un pequeño viaje a ese espacio, un encuentro honesto con la calma que se esconde detrás del ruido del mundo. Es un momento para mirar con otros ojos lo que se ha ido y lo que, en la quietud, puede volver a florecer.
Acompáñame a escuchar lo que el silencio susurra, la verdad que se oculta en la pausa, en el eco que resuena en nuestra alma cuando todo se detiene.
Esta historia es un pequeño viaje entre la inquietud y la esperanza, entre lo que se ha ido y lo que puedo empezar a mirar con otros ojos.
Y así comienza :
El Eco del Silencio
Hoy me encontré en el umbral
de una tarde que se hizo gris,
y en el silencio me perdí,
como si las palabras se negaran a salir.
El silencio es un viejo amigo
que llega sin anuncio,
un confidente sin voz
que guarda en su calma mis secretos.
No es ausencia de sonido,
sino la pausa que da forma al tiempo,
la quietud que invita a soñar
y a desatar el nudo del pensamiento.
En él se oculta la verdad
de lo que nunca se pronuncia,
la ternura de lo callado
y la esperanza de un mañana sin prisa.
Quizás, en este silencio,
se esconde lo que no puedo nombrar:
un amor profundo y silente
que late sin gritar, en la sencillez de lo eterno.
