Misión y funcionamiento del tercer
chakra:
El tercer chakra encuentra diferentes denominaciones. También se dan
diferentes indicaciones sobre dónde se asienta .
Se trata de un chakra principal y varios chakras secundarios que, sin
embargo, entrelazan tan estrechamente su funcionamiento que todos ellos pueden
considerarse conjuntamente como un chakra principal.
Así, al tercer chakra le corresponde un complejo ámbito de funciones.
Está asignado al elemento fuego; el fuego significa luz, calor, energía y
actividad; y en el plano espiritual, también purificación.
El chakra del plexo solar representa nuestro Sol, nuestro centro de
energías. Aquí absorbemos la energía del Sol, que entre otras funciones tiene
la de alimentar nuestro cuerpo etérico, nutriendo también de vitalidad al
cuerpo físico y sosteniéndolo.
En el tercer chakra entramos en una relación activa con las cosas del
mundo y con las demás personas. Es la zona desde la que fluye hacia fuera
nuestra energía emocional. Nuestras relaciones interpersonales, simpatías y
antipatías, y la capacidad de establecer vínculos emocionales duraderos, son
ampliamente gobernados desde este centro. Para el hombre ordinario el chakra
tercero es el asiento de la personalidad.
Es el lugar en el que encuentra su identificación social y trata de
confirmarse a sí mismo mediante la fuerza personal, la voluntad de rendimiento
y la aspiración de poder, o mediante la adaptación a las normas sociales.
Una importante función del tercer chakra consiste en purificar los
instintos y deseos de los chakras inferiores, en dirigir y utilizar conscientemente
su energía creativa, así como en manifestar en el mundo material la plenitud
espiritual de los chakras superiores, y alcanzar en todos los planos un grado
de consumación máximo en la vida. Se encuentra en unión directa con el cuerpo
astral, también denominado cuerpo del deseo o de la ambición, y que es el
portador de nuestras emociones.
Los impulsos vitales, los deseos y sentimientos de los chakras
inferiores se descifran aquí, «se digieren», transformándose en una energía
superior antes de ser utilizados conjuntamente con las energías de los chakras
superiores para la configuración consciente de nuestra vida.
Podemos encontrar un principio correspondiente en el plano físico en la
zona del hígado.
En conjunción con el sistema digestivo, el hígado tiene la
función de analizar el alimento ingerido, separar lo inútil de lo provechoso, y
transformar lo útil en sustancias aprovechables, transportándolas a los lugares
adecuados del cuerpo.
La afirmación y la integración consciente de los sentimientos
y deseos y de nuestras experiencias vitales conduce a la distensión y apertura
del tercer chakra, con lo cual la luz crece continuamente en nosotros y nuestra
vida y nuestro mundo se iluminan cada vez más.
Nuestro estado de ánimo general depende muy intensamente de cuánta luz
dejemos entrar en nosotros.
Nos sentimos iluminados, alegres y satisfechos interiormente cuando el
tercer chakra está abierto; por el contrario, nuestro estado de ánimo es
desequilibrado y sombrío cuando está bloqueado o trastornado. Esta sensación la
proyectamos continuamente hacia el mundo exterior, de forma que toda la vida
nos puede parecer iluminada u oscura. La cantidad de luz dentro de nosotros
determina la claridad de nuestra visión y la cualidad de aquello que contemplamos.
La creciente integración y totalidad interior hacen que la luz amarilla
de la comprensión intelectual se transforme paulatinamente en el tercer chakra
en la luz dorada de la sabiduría y la plenitud.
Con el chakra del plexo solar también percibimos directamente las
vibraciones de otras personas, y entonces reaccionamos consecuentemente a la
cualidad de dichas vibraciones. Cuando nos enfrentamos a vibraciones negativas,
aquí experimentamos a menudo un peligro inminente.
Lo reconocemos porque el
tercer chakra se contrae involuntariamente, como un mecanismo de protección
provisional.
Sin embargo, se convierte en superfluo cuando la luz dentro de
nosotros es tan grande que irradia intensamente hacia fuera y rodea nuestro
cuerpo como con una envoltura protectora.
APLICACIÓN
El Manipura
chakra nos traslada al mundo del poder, la energía y la voluntad.
Esta
sociedad nos empuja día tras día a ser los mejores, conseguir fama, un puesto
de relevancia en una empresa, a tener poder y control sobre muchas personas, a
convertirnos en una autoridad en determinada materia, etc… En definitiva, a la
mayoría de los seres humanos se les fuerza a convertirse en grandes
dominadores. El exceso de poder y autoridad que deriva en intransigencia,
soberbia, orgullo desmedido, etc. es un claro indicativo de que el tercer
chakra no está funcionando adecuadamente.
Las
personas que se empeñan en ser el centro de atención de todas las miradas y
conversaciones, que se desesperan por ser siempre las que dicen lo mejor, que
intentan poner siempre la guinda al pastel … son personas cuyo Manipura
Chakra está totalmente bloqueado y debería trabajar lo más posible con él. Otra
tipología muy conocida son aquellos individuos básicamente manipuladores que
siempre se empeñan en hacer que todo vaya como ellos quieren y que incluso
chantajean a su entorno psicológicamente si no consiguen todo lo que quieran.
Son personas egoístas que quieren que todo gire entorno a sus deseos e
intereses.
El
problema es que la mayoría de las veces no somos conscientes de que podemos
estar intentando ejercer un control excesivo sobre nuestro entorno y en
especial sobre las personas que nos rodean. Es momento para que analices bien y
apuntes en tu libreta si descubres que sufres de algo de lo que hemos
mencionado. Por favor se sincero contigo mismo y no tengas miedo de admitir tus
errores, sólo así podrás sanar definitivamente y hacer de tu vida algo mucho
mejor.
Por
contra un tercer chakra también desequilibrado se encuentran en esas
personas que se dejan dominar por todo el mundo, que no tienen confianza en si
mismas, que se sienten débiles y desvalidas, que no son capaces de decir que
no, que hacen todo aquello que le imponen incluso sabiendo que les puede
hacer daño, etc.
Es decir, si te das cuenta, nos vamos al otro extremo: el
de un ser dominado por su entorno. Esto es algo que también hay que sanar, así
que tómate tu tiempo para descubrir si sufres de algo de esto. También una
persona llena de miedos, inseguridades y desconfianzas pone de manifiesto
un desequilibrio en este chakra.
En
conclusión cuando este chakra está equilibrado somos individuos con confianza
en nosotros mismos, con capacidad de desarrollar lo que nos propongamos, con
mucha voluntad para lo que sea, con capacidad equilibrada de control y de ser
controlados, y dispuestos a utilizar nuestra energía libremente y según nos
parezca conveniente siempre sin avasallar a ninguna persona. En este chakra por
lo tanto también radica el respeto a los demás y a nosotros mismos.