LISTO PARA VIVIR
Hazlo, o no… Aunque nunca estés listo. Nadie
está nunca listo. Tendrías que esperar una eternidad para estar listo.
Estar listo es una mentira.
Nunca estuviste listo para nacer.
Fuiste lanzado inesperadamente al caos y lloraste por tu vida. Terror y
agobio, respirando, sí, el impacto y el asombro ante la luz, sin embargo
no estabas listo. Y nunca estuviste listo para tu primer día de
escuela. Los miedos, la sensación de nauseas en tu estómago, un nuevo
mundo abriéndose, un viejo mundo agonizando, y nunca estuviste listo.
Y la muerte de tu padre, quizás prevista, quizás ya te habías
preparado para ella, pero nunca estuviste listo. Olas de angustia,
culpa, tal vez, alegría, tal vez, pero, ¿cómo diablos ibas a estar
listo? Nunca lo estuviste, pero sí que estabas vivo, y tú podías
respirar cuando él ya no, y todo lo acogiste en tu antiguo corazón. El
diagnóstico de cáncer, la pérdida de tu empleo, una noticia inesperada.
No estabas listo. Pero te abriste. Y seguiste adelante.
Te
tropezaste, caíste, te lastimaste. Te pusiste de pie. Perdiste tu
camino. Pero nunca estuviste listo. ¿Listo para qué? ¿Para una vida sin
dolor? ¿Sin obstáculos? ¿Listo para recibir la respuesta? ¿Para obtener
una guía? ¿Para seguir a una autoridad?
Siempre supiste que eso no era
vida en absoluto.
Te enamoraste de los tropiezos, de las dudas,
de los errores, de decir lo equivocado, de armar todo un lío. Te reíste
mientras tus sueños se convertían en polvo.
Sólo empieza de
nuevo, hoy, aunque no sepas como hacerlo. Salpica la pintura por todas
partes.
Cubre el lienzo con vida. Equivócate, y siéntete muy, muy bien.
Podrías no estar listo, pero estás listo para intentarlo, para fallar, para entregarte a todo este caos.
- Jeff Foster