Ejercicio de Terapia para el
Quinto Chakra: Vishuddha
Podemos
trabajar de pie o sentados con la espalda erguida pero no rígida, la mirada
hacia el frente, los brazos a cada lado del cuerpo.
Cerramos los ojos. Alzamos los brazos estirados hacia el frente del cuerpo con las manos abiertas y los dedos extendidos. Los brazos y las manos paralelos. Las palmas se enfrentan. Sostenemos los brazos en esa posición a la altura del chakra base, imaginamos que entre nuestras manos hay una bola de luz roja.
Cerramos los ojos. Alzamos los brazos estirados hacia el frente del cuerpo con las manos abiertas y los dedos extendidos. Los brazos y las manos paralelos. Las palmas se enfrentan. Sostenemos los brazos en esa posición a la altura del chakra base, imaginamos que entre nuestras manos hay una bola de luz roja.
Subimos
los brazos, a la altura del 2º Chakra, la luz se vuelve naranja, al pasar por
el 3º se torna amarillo. Cuando pasa por el 4º se transforma en verde y a la
altura del Chakra laríngeo se transforma en azul.
Nos
detenemos allí, vamos sintiendo que la bola de luz azul se intensifica y
aumenta su fuerza y su energía. Cuando sentimos que eso está en su punto
culminante, acercamos la bola a la zona de la garganta. Dejamos que el color
azul impregne toda el área y sentimos como se va relajando y al mismo tiempo
aumenta la energía de la garganta.
Esto nos
va a ayudar para que nuestra voz salga plena, con mucha fuerza, poderosa, clara
y limpia.
Repetir el ejercicio cuantas veces sea necesario.
Incluso podemos adaptarlo a todos y cada uno de los Chakras.
“Todos merecemos una mejor calidad de vida…”
Repetir el ejercicio cuantas veces sea necesario.
Incluso podemos adaptarlo a todos y cada uno de los Chakras.
“Todos merecemos una mejor calidad de vida…”
Vishuddha
quiere decir en sánscrito purificación y hace referencia a una mirada más clara
(junto con una limpieza de cuerpo y alma) que nos acerque a la verdad de
nuestro ser universal, la dicha y la armonía incondicionales.
El quinto
chakra también se asocia con el sentido del oído. Esto explica la importancia
de aprender a escuchar esa voz interior que trasciende nuestro sentido de
individualidad y que nos muestra nuestro camino en la vida. El quinto chakra es
el centro energético de la expresión de nuestro ser puro, de la creatividad y
de la comunicación que surgen cuando estamos en contacto con los otros chakras
y el universo.
Es,
además de la capacidad de expresión de la palabra hablada y de las otras formas
de lenguaje que poseemos (corporal, simbólico, escrito, artístico), la verdad
de esa palabra.
Este
chakra permite, junto con la fluidez y naturalidad de expresión, que
encontremos nuestro ser más auténtico: nuestra verdad. Cuando esto sucede,
tenemos mayor claridad de cuál es nuestro camino y deber en la vida (dharma) y
percibimos con claridad un conocimiento intuitivo que nos guía, nos inspira,
nos sosiega y conecta con la totalidad.
En este
sentido, y a diferencia del tercer chakra, esta energía activa está más
conectada con la trascendencia que con el sentido de individualidad, también
necesario para un ego saludable pero que pertenece a un nivel de conciencia
inferior. La expresividad se facilita menos como una forma de autoafirmación o
influencia en el entorno, que como una manera de soltar el ego y de entrar en
conexión con nuestro ser universal.
Por esto
mismo, la creatividad pertenece al quinto chakra, pues implica una forma de
conciencia elevada, donde hay una trascendencia momentánea del ego y donde la
existencia actúa a través nuestro. La inspiración que nos conmueve a través de
la belleza, nos llena de vida y nos mueve a la creación, las nuevas ideas y
empresas, los vislumbres de diferentes posibilidades, la necesidad de expresar
nuestro mundo interior, de vivir sólo en el presente, están relacionadas con el
despertar de esta energía.
El quinto
chakra nos ayuda que tengamos una conexión entre nuestro ser físico y
metafísico. Nos ayuda a ser más conscientes de nosotros mismos, de la
naturaleza holística de nuestro ser, y observar nuestra mente, emociones,
actos, palabras y principios de vida. Este centro energético nos ayuda a
conocernos de forma tal que podamos contrarrestar nuestras tendencias,
mentales, físicas o emocionales que nos desequilibran, siempre en favor de la
conciencia cósmica.
Esta
claridad nos permite también estar en contacto con nuestra propia alma (esa
parte de nosotros que es sagrada y que posee un conocimiento cósmico) y de esta
manera comprendemos mejor qué queremos. Esta facultad de percibir con lucidez y
sin los prejuicios, apegos o rechazos del ego (o de nuestra historia personal),
nos permite mirarnos a nosotros mismos, cambiar esquemas de pensamiento que nos
alejan de nuestro equilibrio y realización espiritual y algunas veces incluso
cuestionar completamente las creencias y sistemas de valores que dieron forma a
nuestra vida e identidad.
Empezamos
así a vivir en un plano más sutil, con mayor honestidad hacia nosotros mismos y
lo que mostramos de nosotros, atención permanente que nos ancla al momento
presente y nos permite estar arraigados pero abiertos al entorno, la creación,
la belleza y la sabiduría. Este nivel de conciencia que el yoga identifica como
más elevado, nos lleva a tener una aproximación más filosófica y
espiritual de la existencia.
El quinto
chakra implica una purificación de nuestra mirada, que muchas veces nos lleva a
ser críticos pero sin cerrarnos: la originalidad de nuestra mirada no puede
llevar a una rebeldía que se vuelva un dogma. Precisamente, una cualidad de
esta energía es la ausencia de prejuicios, por lo cual los dogmas son una forma
de estancamiento que impide el desarrollo.
Vishuddha
chakra es una curiosa mezcla entre un crecimiento permanente y una completa
confianza en lo que se es y en la inspiración del momento, a sabiendas de que
somos parte de un infinito y que somos aún imperfectos. Nos amamos y
aceptamos como somos y donde estamos, porque también desde aquí podemos entrar
en contacto y expresar nuestra verdadera esencia. Estamos interesados en
escuchar, ver y aprender, porque podemos aprender permanentemente de todas las
situaciones, personas, formas de conocimiento, religiones o culturas.
La
capacidad de abrirnos a diferentes cosmovisiones, de tener una mirada auténtica
y una postura independiente con respecto a las creencias compartidas y
convenciones, y la creatividad que implica acción por fuera de los temores,
pensamientos o prejuicios del ego son parte de este chakra. También el baile,
la música, el canto, la pintura y los ejercicios de escritura para hacer
aflorar la creatividad son una hermosa manera de entrar en contacto con lo
sagrado.