LA VIDA ES UN ESPEJO..
¿Sabías que todo el que te rechaza está proyectando su propia sombra en ti?...¿Y que todo lo que nos molesta de otros lo llevamos encima o dentro?...
Si alguien te quiere hacer sentir culpable… es su propia culpa la que te está proyectando, que le atormenta y que le mantiene en ese estado de frustración que desea descargar sobre alguien.
Es una forma recurrente para liberar nuestra tensión emocional. No se soporta a si mismo… ¿Te resuena todo esto, lo puedes reconocer en ti, lo puedes ver en los demás?
¿Por qué buscas aceptación?... porque te sientes desvalorizada(o)… ¿y quién te suele rechazar?... el que se siente igual de mal que tu…
Nadie puede compartir lo que no tiene. Tampoco lo que no ha cultivado dentro de sí… “Nadie puede soportar ver su propia desvalorización en el espejo de enfrente”…
El hecho de sentir un rechazo por algo, nos empuja a una reacción que no podemos evitar. Esto sucede instantáneamente cuando conectamos con nuestro propio abandono y rechazo, vacio y dolor.
Cuando hacemos click con esos traumas inconscientes, te recomiendo prestar mucha atención a tu emoción…
¿Que pienso cuando estoy sintiendo?... ¿Qué te traumatiza?...
Es aquello que te desvaloriza, lo que estas interpretando de una situación. Así que revisa tus pensamientos, hazte más consciente, escribe las frases y toma nota de cómo te agredes cada día a través de la desvalorización.
Date cuenta como enfatizas tu propia negación. Después no te quejes de que la vida te trata mal. El universo solo cumple con aquello que decretas desde tu sentir. Así es como construyes tu realidad.
Cuando tu nivel de autoestima es muy bajo. Eres una de esas personas a la que todo se le complica o le sale mal, que se enferma, sale de un drama para entrar en otro. Vive en una continua crisis existencial. Nada le parece, está inconforme, se ve como una víctima. Busca razones para ser infeliz y lo expresa continuamente a través de sus necesidades afectivas, resentimientos y reclamos.
💗 Les aseguro que alguien que tenga su vaso lleno de sí mismo, no se preocupará por lo que otros estén pensando, ni por lo que hagan o dejen de hacer a su favor o en contra.
Simplemente vivirá la vida sin expectativas y necesidades. Dejará de idealizar y le bastará con compartir.
No se apropia de nadie. Ni pareja o hijos.
© Ari Shemoth