AMAR ES EL ARTE DE ESTAR CON OTROS OSHO 💠
Amar
es el arte de estar con otros. Meditar es el arte de estar contigo mismo.
Son
las dos caras de la misma moneda. Una persona que no sabe como estar consigo
misma no puede relacionarse verdaderamente con otros.
Su relación será
incómoda, carente de gracia, desagradable, ocasional y accidental.
En un
momento dado todo va bien y al momento siguiente todo desaparece.
Siempre
pasará por altibajos; no ganará profundidad.
Será muy ruidosa.
Con seguridad te
dará en que ocuparte, pero no será melodiosa ni te podrá llevar a las cumbres
de la existencia o a las profundidades del ser. Y viceversa: la persona que no
es capaz de estar con otros, de relacionarse, le será muy difícil relacionarse
consigo misma, porque el arte de relacionarse es el mismo.
El hecho de relacionarte
con otros o de relacionarte contigo mismo no es muy diferente; es el mismo
arte.
Estas artes se tienen que aprender en conjunto, simultáneamente; son
inseparables. Procura estar con la gente, no de manera inconsciente sino muy
conscientemente.
Relaciónate con la gente como si estuvieras cantando una
canción, como si estuvieras tocando una flauta; cada persona tiene que ser
considerada como un instrumento musical. Respétalos, ámalos y venéralos, porque
cada persona es una cara oculta de lo Divino.
Por
tanto, se muy cuidadoso, pon mucha atención. Recuerda qué estás diciendo;
recuerda qué estás haciendo.
Precisamente las cosas pequeñas destruyen
relaciones y las pequeñas cosas hacen las relaciones muy hermosas.
A veces una
simple sonrisa te abre el corazón de otro; a veces una mirada equívoca de tus
ojos cierra al otro; es un fenómeno muy delicado.
Piensa en ello como un arte:
tal como el pintor es muy cuidadoso con lo que está haciéndole al lienzo, cada
simple pincelada va a crear una enorme diferencia. Un pintor de verdad puede
cambiar toda una pintura con una sola pincelada.
La vida se tiene que concebir
como un arte, con mucha precaución, con mucha deliberación.
Por tanto la
relación con los demás tiene que convertirse en un espejo: mira lo que estás
haciendo, cómo lo estás haciendo y qué está sucediendo.
¿Qué le está sucediendo
al otro? ¿ Le estás haciendo su vida más desgraciada? ¿Le estás ocasionando
dolor? ¿ Le estás creando un infierno?
Entonces aléjate.
Cambia tus
procedimientos. Haz hermosa la vida que te rodea.
Permite que cada persona
sienta que un encuentro contigo es un regalo, que sólo por estar contigo algo
empieza a fluir, a crecer, algunas canciones empiezan a brotar del corazón,
algunas flores empiezan a abrirse.
Y cuando estés solo entonces siéntate
profundamente silencioso, en completo silencio, y obsérvate a ti mismo.
Osho